Niñez
Corren los 5
años sobre la Tierra,
corren en
dirección al columpio (que es su olimpo)
ahí,
sobre el madero: el niño
como
Cristo
Ahí está
el sacrificado de la moderna poesía
el
olvidado de la amargura literaria.
Sólo
queda en la escena
el
ambicioso adolescente
el urgido
hormonal
el
enloquecido antropófago.
El niño
que
también sufre y ríe
ama y
desea,
como un
puro ojo
queda
encerrado hasta que comience la desgracia
de su
mirada rota, de su lengua sometida
al cerebro
del viejo.
No, No, No
Todos los
colores, una flor,
la niña
de doradas trenzas
la negrita
de ondulados rizos
la mano de
mi padre
el regazo
de mi madre
y toda la
felicidad inocente
del
huérfano que camina abandonado,
pero
feliz,
de ver el
disco brillante del sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario